Cámara en ristre, y trípode por supuesto, me pongo ha hacer fotos a una luna llena. No sabia lo que iba a salir, porque nunca me había puesto en estos menesteres, pero cambiando de profundidad y luz en varias ocasiones, salio esto.
LA LUNA ASOMA
se pierden las campanas
y aparecen las sendas
impenetrables.
Cuando sale la luna,
el mar cubre la tierra
y el corazón se siente
isla en el infinito.
Nadie come naranjas
bajo la luna llena.
Es preciso comer
fruta verde y helada.
Cuando sale la luna
de cien rostros iguales,
la moneda de plata
solloza en el bolsillo.
Federico Garcia Lorca